Beneficios contributivos hacia la vivienda asequible

EI Proyecto del Senado 684, que busca enmendar las leyes 20 y 22 de 2012 en varios extremos, se presentó recientemente. En la exposición de motivos afirma que “resulta necesario realizar enmiendas que propicien un mejor balance entre el atraer individuos inversionistas a la isla, la creación directa de empleos, la inversion de capital en la isla y los recaudos del erario que puedan reinvertirse en una mejor calidad de vida para todos los puertorriqueños”. Es en este espacio donde exponemos nuestras declaraciones.

Datos recientes reseñan, y podemos resumir, en cuanto a la vivienda asequible en la isla y las propiedades de lujo y los inversionistas residentes atraidos a la isla per la Ley 22, que existe un disloque serio en los precios de la vivienda en la isla y la asequibilidad de esta para los puertorriqueños, que se agudizan con los nuevos conflictos mundiales que encarecen materiales, entre otras lamentables situaciones.

Para crear un balance entre atraer individuos inversionistas a la isla y que los recaudos de estos puedan invertirse en una mejor calidad de vida para los puertorriqueños, se necesita hacer una correlación clara con el tema de la vivienda y la vivienda asequible en Puerto Rico.

Como mencionaba recientemente en otro artículo, los fondos fiduciarios de vivienda (“housing trusts”) han demostrado ser una herramienta valiosa y eficaz que funcionarios locales pueden adaptar a sus circunstancias particulares para satisfacer las diversas necesidades de vivienda asequible de sus comunidades. Estos fondo fiduciarios combinan el sector privado, público, y OSFL en el sector de vivienda y trabajan con la misión de cerrar esa brecha de vivienda necesaria para estos grupos vulnerables y de bajos recursos. Son un híbrido de esfuerzos para canalizar recursos que puedan estrictamente apoyar el desarrollo de vivienda asequible. 

Por otro lado, existe una variedad de posibles fuentes públicas para asegurar una fuente de financiamiento consistente a los fideicomisos de vivienda. Muchos fideicomisos en otras jurisdicciones utilizan impuestos / tarifas de transferencia de bienes raíces (“real estate transfer tax”) o tarifas de registro de documentos, entre otros impuestos, así como ingresos generales para financiar anualmente el fideicomiso. La clave es identificar una fuente de ingresos para asegurarse de que haya suficiente financiamiento contínuo para abordar las necesidades de vivienda de las poblaciones objectivo.

En FIDEVI entendemos que la derogación de estas leyes 22-2012 y 20-2012 (ahora parte de Ley 60) podría ser en detrimento para el desarrollo económico de la isla. Sin embargo, sostenemos que se pueden incluir enmiendas que creen un tipo de eslabonamiento social y que apoyen directamente el tema de vivienda asequible en la isla que hemos tenido por muchos años.

Por esta línea, y evaluando las fuentes de ingresos que tradicionalmente tienen los fideicomisos de vivienda, se podría incluir como parte de este proyecto y como requisito para la concesión del incentivo contributivo que provee esta ley, que estos inversionistas hagan una aportación directa a un fideicomiso de vivienda como FIDEVI que a su vez se traduce en desarrollo de vivienda asequible para los sectores más vulnerales de la isla.

Este esfuerzo puede contrarrestar significativamente el impacto que ha causado el incremento del precio de las propiedades en Puerto Rico en el mercado de vivienda – cerrando la brecha y la gentrificación de los puertorriqueños en cuanto a la vivienda disponible y asequible. Indirectamente se le devuelve un acceso de vivienda a los más vulnerables proveyendo y canalizando fuentes de ingresos por medio de organizaciones como FIDEVI que didcan sus esfuerzos a promover y apoyar el desarrollo de estas viviendas adecuadas, asequibles y accesibles.